Si
no aprendemos de la Historia, nos vemos obligada a repetirla. Cierto. Pero si
no cambiamos el futuro, nos veremos obligados a soportarlo. Y eso podría ser
peor”
AlvinToffler
Quiero compartir con ustedes
mi experiencia, como participante en la asignatura Paradigmas y Teorías
Educativa del Doctorado Ciencias de la Educación que ofrece la Universidad Fermín Toro sobre el desarrollo
de la segunda actividad presencial coordinada por el Dr. Javier Bracho, nuestro
facilitador. El tema del día fue: ¿A qué hacemosl referencia cuando hablamos de
Modernidad y Postmodernidad?
Quiero compartir con ustedes
mi experiencia, como participante en la asignatura Paradigmas y Teorías
Educativa del Doctorado Ciencias de la Educación que ofrece la Universidad Fermín Toro sobre el desarrollo
de la segunda actividad presencial coordinada por el Dr. Miguel Bracho, nuestro
facilitador. El tema del día fue: ¿A qué hacemos referencia cuando hablamos de
Modernidad y Postmodernidad?
Quiero compartir con ustedes
mi experiencia, como participante en la asignatura Paradigmas y Teorías
Educativa del Doctorado Ciencias de la Educación que ofrece la Universidad Fermín Toro sobre el desarrollo
de la segunda actividad presencial coordinada por el Dr. Javier Bracho, nuestro
facilitador. El tema del día fue: ¿A qué hacemos referencia cuando hablamos de
Modernidad y Postmodernidad?
La disertación sobre el tema
se fundamentó en el libro de Toffler, Alvin, (1980), "La Tercera
Ola". Las "olas" son
formas de ver la realidad, de producir, de consumir, de estudiar y de
relacionarse. En una manera muy particular de aproximarse a esta forma de ver
la realidad. Bracho (2012) abordó de manera muy amena el tema de las
"olas" adaptándolo al objetivo de la asignatura y enfocándolo hacia
lo que sería este tema de las olas pero desde la visión del conocimiento y la
educación. En este sentido, se refirió a los tres tipos de olas: la Primera Ola
(El hombre primitivo), Segunda Ola (El Hombre Moderno) y la Tercera Ola (Hombre
Contemporáneo). Aún cuando el libro apunta hacia la descripción de la humanidad
desde la prehistoria y la edad de piedra y de los metales (2 millones de años
aproximadamente) hasta nuestros días, pasando por la Edad Antigua, la Edad Moderna y la edad Contemporánea, el
desarrollo de la actividad académica se centró en precisar la evolución del
conocimiento y métodos para obtenerlos partir de la Edad Antigua, marcada por
la invención de la escritura y por el contexto de la Historia Occidental, la
modernidad y la postmodernidad, sin embargo, matizaremos esta apreciación con
componentes del contexto
histórico-económico-político delineados por Toffler en su obra "La tercera
ola".
El discurso de Bracho sobre
las "Tres Olas" apuntó, más que a resaltar la configuración del mundo
en cuanto a lo político, económico y productivo, social, comunicativo y
energético, como principios que las rigen, así como a exponer sobre las
distintas formas de pensar y construcción de saberes a lo largo de la historia lo cual podrían
definir la evolución del conocimiento. Cada ola se corresponde un modelo
específico de pensamiento y, por consiguiente, una manera de concebir el mundo
y de desenvolverse en él.
La Primera Ola
En este sentido, la Primera
Ola, a pesar de lo difícil que es precisar su definición el tiempo, comprende por lo menos desde los 8.000 años
a.C hasta el siglo XVI aproximadamente. No obstante y desde el punto de vista
cognoscitivo, esta ola se inicia con la época conocida como Antigüedad Temprana
y el nacimiento de la civilización, a la cual le sigue la Antigüedad Clásica
(siglo VIII a.C-siglo II d.C.) representada principalmente por sus pensadores
Platón, Aristóteles, Euclides, Tolomeo, Arquímedes, entre otros y que dio
origen a la civilización griega y romana. Bracho, argumentó sobre la
predominancia, durante esta ola, del pensamiento mítico y el pensamiento
religioso. El pensamiento mítico de la antigua Grecia fue evolucionando y dio
paso al pensamiento del "logo" ante la necesidad de la gente de un
pensamiento racional y con ello se marca el nacimiento de la filosofía y el
pensamiento científico.
Uno de los pensadores de
esta época más significativo para la evolución del conocimiento fue Platón: él
creó lo que se conoce como la Academia de Atenas o Academia platónica, una
escuela filosófica dedicada a investigar y a profundizar en el conocimiento,
especialmente el saber matemático de la
época. Promulgaba que el conocimiento se podía "agrupar y atrapar para
utilizarlo de nuevo" y de esta
manera se podía crear una enseñanza condensada lo cual condujo a la creación de
las enciclopedias e introdujo el pensamiento de que "quién tiene el
conocimiento tiene el poder"; no obstante, falló al creer que la realidad
era estática y que no cambiaba.
Posteriormente, destaca
Aristóteles, un discípulo de Platón quien resaltó en el mundo del saber con su
frase: "Creo en mi maestro pero más creo en la verdad" (Bracho);
afirmación que hacía por las críticas fundamentales que realizó a su maestro
Platón, entre las cuales estuvieron: (1) crítica a los dos mundos que pregonaba
Platón y que él (Aristóteles) consideraba que eran uno solo; (2) Critica a
Platón sobre la falta de argumentos racionales para explicar los "dos
mundos" y apoyándose en los mitos y las metáforas. Platón es el fundador
del Liceo en Atenas, un espacio abierto donde muchas de sus clases eran
gratuitas y públicas (llamado así por estar situado dentro de un recinto
dedicado al dios Apolo Licio).
La concepción del hombre
para Aristóteles es la de un ser único formado un alma como forma de cuerpo con
la particularidad de que ésta tiene razón, de allí su definición del hombre
como: "un animal racional", "es un animal social" y como
tal razona y se adapta al Estado para lo cual expuso seis formas de gobierno.
Lo que se conoce como otra forma de
pensamiento de esta Primera Ola, el pensamiento religioso, lo encontramos en la
Edad Media. No había explicaciones a las cosas que estuvieran basadas en Dios.
Es la época del dogma acreditada como: el oscurantismo y data desde la caída del
imperio romano en occidente (siglo V) hasta la caída del imperio romano de
oriente (siglo XV). Es una época caracterizada por la escasez de fuentes
escritas debido al retroceso de la vida urbana y los coletazos del feudalismo
como poder político. Es una época que se caracteriza por el predominio del
sistema aristotélico del universo debido a que la teología cristiana lo asumió
y predominó en la Edad Media, por ejemplo el creer que el universo era un
sistema cerrado y finito ordenado en atención con una finalidad y en función
del ser humano; la Tierra es el centro del universo; los cuerpos celestes se
mueven en torno a la Tierra; algunos de los movimientos y formas de los cuerpos
son perfectos, y el mundo se divide en dos esferas que son la celeste y la terrestre.
Fue tal la apropiación de este conocimiento que la iglesia Católica Romana
reprimía a quienes iban en contra de esta posición e incluso los quemaban en la
hoguera.
La iglesia es la garante de
la continuidad de la tradición intelectual. La denominación de oscurantismo
aludía al rechazo de las ideas o pensamientos no compartidos por la iglesia lo
que significaba que los conocimientos nuevos fueran ocultados ante la iglesia y
la sociedad conservadora de la época. Los conocimientos se relacionan con la iluminación
de las mentes, entonces, al relacionar esto, no existía luz o conocimiento
acerca de la vida en aquella época más que los pensamientos religiosos, por eso
era una época oscura. En fin, esto llevó a un concepto teocéntrico del mundo en
el cual "Dios" era el centro de todo y la principal fuente de
conocimiento era La Biblia.
Vista esta explicación
sucinta sobre la Primera Ola, en el contexto del conocimiento y los saberes, al
cual hizo referencia Bracho y, comentemos su trascendencia en el contexto
histórico-político planteado por Toffler (1980) y otros pensadores quienes
relacionan esta Primera Ola con los alcances de la Revolución Agrícola (Edad
Antigua y Edad Media) y el trabajo humano como fuente de energía apoyado de
manera primitiva por algunos fenómenos naturales como el viento y las lluvias.
Durante esta Primera Ola, la
sociedad se distinguía entre "primitiva" y "civilizada",
donde la sociedad primitiva se caracterizaba por vivir en pequeños grupos y
tribus, principalmente de la caza y pesca y la sociedad "civilizada"
definida por aquella que trabajar
principalmente en el cultivo de las tierras (la agricultura) como un elemento
que desplazó las actividades de caza y pesca y que modificó las estructuras y
por los pensadores agrupados en pueblos y ciudades que fueron creando y
transmitiendo conocimientos y plasmando sus ideas en documentos gracias a la
invención de la escritura como medio de comunicación.
La Segunda Ola
Continuando con su
disertación, Bracho abordó las dos siguientes olas, la segunda, la Ola del
Hombre Moderno y la Tercera ola, la del Hombre Contemporáneo las cuales podrían
enmarcarse en la Modernidad y Postmodernidad, respectivamente. La Segunda Ola,
se ubica a finales del siglo XV hasta mediados o finales del siglo XVIII y la
marcan hechos muy significantes como el nacimiento de la imprenta, el final de
la Revolución Francesa, el Descubrimiento de América y la expansión de imperio
español y portugués, la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución
Industrial, entre otros.
La Segunda ola se inicia con
el progreso de la ciencia y los avances en el proceso de la industrialización
como producto de los descubrimientos y
el uso de la tecnología. Superó las trascendencias de la primera ola,
llegó a su apogeo a mediados de los años 50 en los Estados Unidos, y
actualmente se encuentra en un estado de crisis a causa de la obsolescencia de
sus instituciones para abordar los problemas apremiantes de hoy, situación que
está abriendo el camino a una nueva sociedad, esta vez llamada de la
postmodernidad aunque no existan acuerdo en cuanto al uso de este término.
Un hito muy importante de la
época Moderna lo es el fortalecimiento de la ciencia como el conjunto de conocimientos
racionales, ciertos o probables, que se obtienen mediante el empleo del método
científico. Destacan en esta época científicos como Copérnico, Galileo,
Descartes y Newton, entre otros.
Esta ola del hombre moderno
se identifica con una nueva racionalidad científica, lo que se conoce como la
"nueva ciencia", donde se desarrollan y combinan dos aspectos
científicos fundamentales: la observación experimental y la precisión
matemática con lo cual la visión del mundo deja de ser el producto de la creación
divina y el estudios de la esencia de las cosas (visión ontológica) y surge la
visión de una nueva realidad basada en la explicación de los hechos a través de
las propiedades de las cosas mediante variables cuantitativas al responder a
interrogantes sobre cómo se producen o sucedes estos hechos. Es así como en vez
de conocer la esencia del movimiento el hombre se preocupa por la relación que
existe entre tiempo y velocidad o entre intensidad del impulso y duración del
movimiento.
Al respecto, Copérnico
resaltó por su propuesta de teoría heliocéntrica mediante la cual cuestiona el
dogma de que "la Tierra es plana y que constituye el centro del
Universo". De esta manera, el Sol pasó a ser el centro del Universo;
teoría propuesta en cierta medida por el antiguo griego Aristarco de Samos, que
revolucionó el campo de la Astronomía induciendo a interesantes discusiones
religiosas, filosóficas y sociales.
Junto a Copérnico estuvo
Galileo, ambos considerados como los fundadores de la astronomía como ciencia y
quien con su teoría ayudó a la humanidad a dar un verdadero salto en el camino
de las ciencias que algunos tanto intentaron ofuscar. Fue la época del
Renacimiento. Galileo formuló la primera ley del movimiento, trabajó en el
perfeccionamiento del telescopio y enfrentó sus teorías científicas a las
posiciones predominantes en la edad media dogmatizadas por la Iglesia Católica.
Otro de los científicos de
esta época y de la llamada revolución científica fue René Descarte, padre de la
geometría analítica y de la filosofía moderna y heredero de la revolución
científica iniciada por Copérnico y Galileo. Descarte pasó a la historia por su
obra máxima de la filosofía "El discurso del método" donde propone un
nuevo "método" que permitiría diferenciar lo verdadero de lo falso,
desde su óptica personal, aclarando que en esta obra no se trata de enseñar
sino de hablar, de allí que la autocalifica como "Discurso" y no como
"Tratado". Bracho, en su disertación precisó los fundamentos de este
método y los resumió así:
- "Se está cerca de la verdad cuando se está cerca de la razón"
- "Para resolver un problema de gran complejidad lo mejor es empezar por resolver lo más sencillo, luego, lo más complejo.
- "Para buscar respuestas a situaciones de gran complejidad lo propio es dividir el problema en el mayor número de partes posibles".
- "Para garantizar resultados de un proceso científico lo recomendable es hacer énfasis en los procesos de comprobación".
Con estos postulados queda
definida la esencia del método científico y se afirma que es el punto de
entrada a la época de la modernidad; en términos de Alvin Toffler, la Segunda
Ola. Ésta fue una época caracterizada por complejos cambios científicos,
técnicos, culturales, políticos e ideológicos que condujeron a la aparición del
"capitalismo sustentados en un ideal en el cual se exaltan la razón, el
progreso y la emancipación del hombre sobre la base de una ética estrictamente
racionalista y de corte historicista-universalista". (Pérez e Ibáñez,
s/f).
En un contexto
socio-histórico la modernidad aboga por la humanización del programa de la
razón en donde esta dirige la historia
ya que unas épocas se suceden a otras por un concepto lineal del tiempo
haciendo posible proyectar el futuro y apuntar hacia el progreso, asumiendo que
esta concepción del progreso se traduce en aprobación del proceso de
industrialización del capitalismo occidental como paradigma de esta época y las
consecuencias que para el ambiente trae la industrialización y el consumismo
propio del capitalismo. En palabras de Moltmann (citado por Fantoni,
2009),"La modernidad es, pues, una visión del mundo impregnada de
optimismo humanista, es la implantación de los valores de la burguesía en
ascenso que se compromete y trabaja para mejorar sus propias condiciones y las
de la sociedad".
Así mismo, el vocablo
modernidad lleva inmerso una connotación socioeconómica si consideramos
elementos representativos que están presentes en el lapso de lo que se ha
calificado como época moderna (Segunda ola, según Toffler, 1980) como: el capitalismo, la tecnología, la
industrialización, la globalización, la dinámica de las comunicaciones desde la
invención de la imprenta hasta el surgimiento de los periódicos y medios de
comunicación de masas: radio y televisión, el proceso de urbanización y el
establecimiento de grandes centros urbanos. La planificación, como herramienta
para avanzar en el tiempo en búsqueda del progreso, es una característica del
modernismo. Ella ha contribuido de manera certera en el cambio de percepción
que el hombre tenía de sí mismo en relación con la realidad que vive.
Tercera Ola
La Tercera Ola, podríamos
enmarcarla dentro de lo que se conoce como "sociedad de información";
apoyada en el desarrollo de la
informática y la telemática (Silvio, 2000), a partir de los años 60 y estará
signada por el desarrollo de las telecomunicaciones y tres elementos
relevantes: la descentralización de las estructura y procesos productivos, la
desmasificación de la economía y la personalización progresiva de la
producción, (Toffler, 1980), factores que serían la causa del cambio social a
finales del siglo XX y XXI, que definen esta terca ola y que estarían
contribuyendo a una mayor participación del individuo en la producción de la
información para la oferta de bienes y servicios a la sociedad. De esta manera,
Toffler, citado por Silvio (2000) califica que la sociedad de esta Tercera ola
está basada en el conocimiento como fuente de poder y riqueza con lo cual él
distingue tres fuentes de riqueza y poder: "la energía física (el músculo),
características de la sociedad de la primera ola; el dinero y la energía
electromecánica, características de la sociedad de la segunda ola y la mente
(el conocimiento) y la energía electrónica, típicas de la sociedad de la
tercera ola"
En el campo del conocimiento
y de la aplicación del método para conocer la realidad, el postmodernismo
rechaza lo universal y lo abstracto, como lo señala Barrera et al. (2002),
"nada más provocador para ellos que la pretensión de las matemáticas de
ser universales y transculturales". Quienes se inscriben en la corriente
postmoderna valoran lo local y lo particular, por tanto, la concepción absoluta
de la verdad para cualquier contexto, así como el estatismo de la verdad; es
decir que lo que hoy es verdadero, mañana puede ser falso. Esto significa que
con la oposición a la universalidad los postmodernos están llegando al otro
extremo, es decir, están radicalizando su visión de la realidad y estarían
acercándose a lo que algunos pensadores califican como "aislacionismo",
una posición extremista muy similar a la de la universalidad del método
científico, de que la realidad sólo se conoce a través del localismo y
particularismo.
Cuando se trata de
caracterizar el postmodernismo, Donoso (2009) señala que se trata de una época
de "excesos virtuales": el lenguaje abundante pero con poco
significado, información copiosa que no tenemos tiempo de procesar y
aprovecharla; el espectáculo como trampolín a la fama, el ego como
individualidad "elevada a rango axiomático".
En ese contexto y, retomando
las denominaciones que de las tres olas hizo Bracho en su disertación,
recordemos que esta tercera ola la llamó la del
hombre contemporáneo y expuso que la filosofía de la Fenomenología del
Espíritu fundamentaba la razón de ser de este tipo de hombre describiendo las
estructuras de la experiencia tal y como se presentan en la conciencia, sin
recurrir a teorías, deducciones o suposiciones procedentes de otras disciplinas
tales como las ciencias naturales. Es decir, que la fenomenología como método científico
parte del análisis intuitivo de los objetos para inferir los rasgos esenciales
de la experiencia y lo experimentado, teniendo como fin la comprensión del ser
humano.
En atención a esta postura,
Hegel (1807) en su obra Fenomenología del espíritu, asume que la realidad es
cambiante, "porque en realidad toda cosa cambia y se transforma ella misma
en otra cosa" lo cual en otras palabras es el discurso de la lógica
dialéctica, en contraposición a la lógica formal que predominaba en la época moderna.
Por otro lado, Hussel, filósofo alemán y fundador de la fenomenología
trascendental, otro método de hacer ciencia, quien ubica al hombre en el
"centro de la realidad". El hombre (sujeto de estudio) se involucra
con el objeto (subjetividad) y donde lo importante no es el método
(característico de la modernidad) sino el hombre".
El pensamiento postmoderno
se fundamenta en las corrientes interpretativista: fenomenología-hermenéutico
los cuales se basan en las creencias, los valores, el conocimiento, la cultura
de las personas, el fenómeno humano como tal así como las corrientes
constructivista y construccionista.
Referencias
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(2000). La virtualización de la
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UNESCO, IESALC. Obtenido el 25 de septiembre de 2012 en http://www.schoolofed.nova.edu/dll/spanish/modulos/conocimiento/Silvio_La_virtualizacion_univ.pdf
TOFFLER,
A. (1980). La tercera ola. Traducción de Adolfo Martín, Edición del
Círculo de Lectores, Bogotá.
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